Los dos nuevos amores de Silvia Corzo

En su edición de este sábado 9 de julio de 2011, la revista Nueva, que circula con varios periódicos regionales de amplio tiraje como El Colombiano, El Universal y La Tarde, trae una entrevista con Silvia Corzo, en la que la presentadora cuenta detalles de lo que ha sido su trabajo en Noticias Uno y también se refiere a su vida familiar y personal. Esta es la transcripción:

Por Natalia Echeverri Vargas

Todavía se siente un dejo de nostalgia en la voz de Silvia cuando habla de su trayectoria y recorrido profesional en las filas de Caracol Noticias. Todos los reconocimientos profesionales cosechados hasta el momento se dieron gracias al camino que se labró con la ayuda de sus compañeros de trabajo.

Pero un momento después, cuando la conversación se centra en Noticias Uno y las posibilidades que le brinda de llevar un ritmo de vida más relajado y familiar, la nostalgia se convierte en una enorme sonrisa. Ella sabe por experiencia propia que la vida exige sacrificios y tomar las decisiones adecuadas de acuerdo con el momento. Por eso no puede pedir nada mejor que ésta, su nueva vida. Esa que, además, también le trajo el amor.

Revista Nueva (RN): ¿Qué le dejó Caracol?

Silvia Corzo (SC): Todo lo que sé de periodismo lo aprendí en Caracol. Allí me volví periodista empírica. Aprendí a hacer informes y noticias, rigor periodístico, disciplina, responsabilidad y la disponibilidad que requiere un trabajo como este.

RN: ¿De Caracol a Noticias Uno, qué hay?

SC: Son dos tipos de noticieros distintos. Noticias Uno maneja un formato de denuncia, con temas muy fuertes. Eso exige de mí que la forma de presentar tenga más fuerza. Por otro lado, mi rutina es totalmente distinta: yo trabajaba muchas horas al día, en todos los horarios existentes, y eso requería sacrificios de mi parte y un esquema de organización diario muy estricto.

RN: ¿Cuál es la diferencia entre Noticias Uno y Caracol?

SC: Yo diría que entre Noticias Uno y todos los demás. Noticias Uno dice la verdad sin miedo, sin importar quién termine inmiscuido. Los otros canales son privados, dependen de la pauta y no quieren cazar peleas con nadie. Aunque también para ellos son importantes la noticia y la verdad, lo son en un matiz diferente; por eso no ha pasado un fin de semana en el que no sienta temor de lo que estamos diciendo.

RN: ¿Cuál fue la razón que finalmente la hizo decidirse y hacer el cambio?

SC: Profesionalmente, me identifico con la línea crítica y dura de decir la verdad, cueste lo que cueste. Además es un reto muy interesante reemplazar a una persona con la trayectoria y experiencia de María Cristina Uribe.

Y, por otro lado, he pasado por tantas experiencias, que éstas lograron hacerme priorizar lo personal y familiar. Sentía que debía darle más importancia a mi hijo, que es mi familia, y a mí misma, porque como nunca tuve tiempo para mí, me enfermé muchas veces y pasé por momentos de estrés y agonía.


RN: Sus padres siempre trabajaron y a usted la criaron niñeras. ¿Por eso no quería que lo mismo le pasara a Pablo, su hijo?

SC: Cuando mi hermano y yo éramos pequeños nos criaron primero niñeras y luego estábamos solos. Más allá de que uno puede sobrevivir así y criarse independiente, se crece con muchas inseguridades y con cierta ausencia de papás, aunque no los puedo culpar porque tenían que trabajar.

Esas ausencias dejan muchas secuelas y tú empiezas a buscar amores paternales en otros lados y te casas una vez y otra y otra… Eso es interesante porque aprendí dos lecciones: la primera, valorar que mis papás se vieron obligados a trabajar y que yo sí tengo la posibilidad de hacerlo sin sacrificar tiempo para Pablo. Segunda, que uno no debe buscar afuera muchas cosas que faltan adentro.

RN: Usted sufrió fatiga crónica debido al trabajo…

SC: La primera recomendación médica fue: desconéctese, pida incapacidad y váyase de vacaciones. El especialista me pidió que las dos primeras semanas estuviera sin Pablo. Lo mandé a casa con su papá. El segundo fin de semana nos vimos otra vez y sintió que mi energía era totalmente distinta.

Pero después de un mes por fin puedo prender el televisor y lo primero que encuentro es una promoción de Caracol anunciando que a partir de la siguiente semana yo no estaré al mediodía en mi horario. Ahí sentí lo que le había costado a mi profesión mi enfermedad, a pesar de que la consecuencia de ésta era el trabajo.

RN: Cuando por fin tiene tiempo para usted, ¿qué encuentra en su vida?

SC: Al principio mucha insatisfacción y tristeza, una mezcla de cosas buenas con emociones malas. Hice la reflexión de lo que tenía. ¡Y no tenía nada! Pues sí, tenía una carrera muy bonita, una casa que podía mantener y unas obligaciones que podía pagar. Pero, ¿tenía amigos?, no. ¿Tenía un matrimonio?, no. ¿Tenía una familia grande como la que quería?, no. Buscando un montón de cosas terminé dando tropezones por otro lado. Fue tan duro, que a veces yo decía ‘voy a hacer lo que más me gusta hacer’, pero no encontraba qué hacer, porque ya no sabía qué era.

"Me planteé la oportunidad de vivir diferente, sin pensar que lo más importante es el trabajo, sino que uno puede darle un equilibrio a todo.Y era lo que yo estaba buscando".

RN: ¿Cómo ve el amor en este momento de su vida?, ¿lo espera?

SC: Me volví más madura y parte de lo que he aprendido es a no esperar. Y cuando uno no espera, las cosas llegan más por recompensa. Pero estoy preparada para un tipo de relación donde hay más confianza; de hecho ya la tengo. Pero ya no sufro de ansiedad por casarme o por tener una familia. Rompí esos esquemas. Recibir el amor de pareja es una cosa muy bonita, que llena de alegría la vida.

RN: ¿Y hace mucho esta ennoviada o él llegó con la nueva vida?

SC: Llegó con los cambios. Cuando uno comienza a cambiar la forma de pensar y a ver cómo el universo confabula para volverse como uno quiere, todo empieza a llegar.

De otra manera yo no hubiera recibido esta propuesta laboral ni tendría una relación. Porque llegó cuando no me moría por estar con nadie. Hoy tengo una relación que no se parece a las que he tenido hasta ahora, en la cual estoy aprendiendo que la libertad es más importante y que es necesario aprender a confiar en los hombres.